Es importante responder rápido a estas solicitudes para evitar demoras en la aprobación del crédito. Tener toda la documentación preparada de antemano puede agilizar mucho el proceso.
Conclusión
Conocer qué buscan los prestamistas hipotecarios te permite prepararte mejor antes de solicitar un crédito. Desde tu puntaje de crédito hasta tu nivel de ingresos y el tipo de propiedad que querés adquirir, cada detalle cuenta.
Invertí tiempo en revisar tu situación financiera, corregir errores en tu informe de crédito, ahorrar para un buen depósito y reunir toda la documentación necesaria. Cuanto más sólida sea tu presentación, mayores serán tus posibilidades de conseguir la hipoteca que necesitás en las mejores condiciones posibles.
Tomar una hipoteca es una gran responsabilidad, pero también puede ser el inicio de una etapa emocionante: tener tu propio hogar. Estar bien informado es el primer paso para lograrlo.
- Préstamos FHA: requieren un mínimo del 3.5%.
- Préstamos USDA y VA: pueden no requerir depósito inicial.
Cuanto mayor sea tu aporte, más atractiva será tu solicitud. Además, un depósito mayor reduce la relación préstamo-valor (LTV), un índice que mide el riesgo del prestamista en función del valor de la propiedad.
Historial de empleo
Los prestamistas también valoran la estabilidad laboral. Tener al menos dos años continuos de empleo en el mismo campo o puesto indica confiabilidad. Cambios recientes de trabajo no necesariamente afectan tu elegibilidad, pero deben estar justificados y reflejar continuidad en los ingresos.
Para quienes trabajan por cuenta propia, se requieren documentos adicionales como declaraciones juradas, balances, libros contables o cartas de clientes que demuestren ingresos regulares.
Tipo y condición de la propiedad
El inmueble que querés adquirir también es evaluado. Debe cumplir con ciertos estándares de seguridad y valor. Si estás comprando una propiedad en mal estado o muy por encima del valor de mercado, el prestamista podría rechazar el préstamo o exigir reparaciones antes de aprobarlo.
En algunos casos, si la propiedad está en una zona considerada de riesgo (por ejemplo, inundaciones), podrías necesitar un seguro adicional, lo que aumentará tus gastos mensuales y puede afectar tu capacidad de calificación.
Documentación adicional
Durante el proceso de solicitud, es probable que te pidan otros documentos como:
- Identificación oficial (DNI, pasaporte, etc.).
- Estado de cuenta bancaria de los últimos 2 o 3 meses.
- Informe de crédito oficial (aunque algunos prestamistas lo consultan directamente).
- Información sobre otras deudas vigentes (tarjetas, préstamos, etc.).
Es importante responder rápido a estas solicitudes para evitar demoras en la aprobación del crédito. Tener toda la documentación preparada de antemano puede agilizar mucho el proceso.
Conclusión
Conocer qué buscan los prestamistas hipotecarios te permite prepararte mejor antes de solicitar un crédito. Desde tu puntaje de crédito hasta tu nivel de ingresos y el tipo de propiedad que querés adquirir, cada detalle cuenta.
Invertí tiempo en revisar tu situación financiera, corregir errores en tu informe de crédito, ahorrar para un buen depósito y reunir toda la documentación necesaria. Cuanto más sólida sea tu presentación, mayores serán tus posibilidades de conseguir la hipoteca que necesitás en las mejores condiciones posibles.
Tomar una hipoteca es una gran responsabilidad, pero también puede ser el inicio de una etapa emocionante: tener tu propio hogar. Estar bien informado es el primer paso para lograrlo.
- Recibos de sueldo de los últimos dos o tres meses.
- Declaraciones de impuestos del último año (o dos).
- Comprobantes de ingresos por trabajo independiente (formulario 1099 o equivalente).
- Certificaciones de empleo o contratos actuales.
Además de tus ingresos regulares, también pueden considerar otras fuentes de dinero como alquileres, inversiones, dividendos o pensiones. En casos específicos, se pueden incluir beneficios gubernamentales u otras ayudas económicas estables.
Los activos también juegan un rol importante. Si tenés cuentas de ahorro, fondos de inversión o propiedades adicionales, podrías mostrar una mayor solidez financiera, lo cual aumenta tu posibilidad de ser aprobado.
Relación deuda-ingresos (DTI)
La relación deuda-ingresos o DTI (por sus siglas en inglés, Debt-to-Income) es el porcentaje de tus ingresos mensuales que se destina al pago de deudas. Este indicador ayuda a los prestamistas a entender cuánto de tu dinero ya está comprometido y si podrías afrontar una nueva obligación.
Idealmente, tu DTI debe ser inferior al 43%. Algunos prestamistas permiten hasta un 50% en ciertos casos, pero mientras más bajo sea el porcentaje, mejor. Un DTI saludable refleja estabilidad financiera y capacidad de pago.
Además del DTI general, los prestamistas también evalúan el porcentaje de tus ingresos que se destinaría exclusivamente al gasto habitacional (hipoteca, impuestos y seguros). Esta proporción no debe superar el 28% de tus ingresos mensuales brutos.
Depósito inicial (pago inicial)
El monto que podés aportar como pago inicial también influye en la decisión del prestamista. Este pago muestra tu compromiso financiero y reduce el monto que se necesita financiar, lo que representa menor riesgo para la entidad.
Las hipotecas convencionales requieren un mínimo del 3% como depósito, aunque para evitar el seguro hipotecario privado (PMI), se recomienda aportar al menos el 20%. Otras opciones son:
- Préstamos FHA: requieren un mínimo del 3.5%.
- Préstamos USDA y VA: pueden no requerir depósito inicial.
Cuanto mayor sea tu aporte, más atractiva será tu solicitud. Además, un depósito mayor reduce la relación préstamo-valor (LTV), un índice que mide el riesgo del prestamista en función del valor de la propiedad.
Historial de empleo
Los prestamistas también valoran la estabilidad laboral. Tener al menos dos años continuos de empleo en el mismo campo o puesto indica confiabilidad. Cambios recientes de trabajo no necesariamente afectan tu elegibilidad, pero deben estar justificados y reflejar continuidad en los ingresos.
Para quienes trabajan por cuenta propia, se requieren documentos adicionales como declaraciones juradas, balances, libros contables o cartas de clientes que demuestren ingresos regulares.
Tipo y condición de la propiedad
El inmueble que querés adquirir también es evaluado. Debe cumplir con ciertos estándares de seguridad y valor. Si estás comprando una propiedad en mal estado o muy por encima del valor de mercado, el prestamista podría rechazar el préstamo o exigir reparaciones antes de aprobarlo.
En algunos casos, si la propiedad está en una zona considerada de riesgo (por ejemplo, inundaciones), podrías necesitar un seguro adicional, lo que aumentará tus gastos mensuales y puede afectar tu capacidad de calificación.
Documentación adicional
Durante el proceso de solicitud, es probable que te pidan otros documentos como:
- Identificación oficial (DNI, pasaporte, etc.).
- Estado de cuenta bancaria de los últimos 2 o 3 meses.
- Informe de crédito oficial (aunque algunos prestamistas lo consultan directamente).
- Información sobre otras deudas vigentes (tarjetas, préstamos, etc.).
Es importante responder rápido a estas solicitudes para evitar demoras en la aprobación del crédito. Tener toda la documentación preparada de antemano puede agilizar mucho el proceso.
Conclusión
Conocer qué buscan los prestamistas hipotecarios te permite prepararte mejor antes de solicitar un crédito. Desde tu puntaje de crédito hasta tu nivel de ingresos y el tipo de propiedad que querés adquirir, cada detalle cuenta.
Invertí tiempo en revisar tu situación financiera, corregir errores en tu informe de crédito, ahorrar para un buen depósito y reunir toda la documentación necesaria. Cuanto más sólida sea tu presentación, mayores serán tus posibilidades de conseguir la hipoteca que necesitás en las mejores condiciones posibles.
Tomar una hipoteca es una gran responsabilidad, pero también puede ser el inicio de una etapa emocionante: tener tu propio hogar. Estar bien informado es el primer paso para lograrlo.
- La FHA puede aceptar puntajes desde 580, e incluso menos si se cumple con ciertos requisitos.
- El USDA y el VA también tienen criterios flexibles, aunque cada caso es evaluado individualmente.
Tené en cuenta que cuanto mayor sea tu puntaje de crédito, mejores serán tus condiciones de préstamo. Es decir, podrías acceder a tasas de interés más bajas y mejores opciones de pago. Antes de aplicar, revisá tu informe de crédito y corregí posibles errores.
Ingresos verificables
Los prestamistas necesitan comprobar que contás con un ingreso estable y suficiente para cubrir los pagos mensuales de la hipoteca. Para ello, generalmente te pedirán:
- Recibos de sueldo de los últimos dos o tres meses.
- Declaraciones de impuestos del último año (o dos).
- Comprobantes de ingresos por trabajo independiente (formulario 1099 o equivalente).
- Certificaciones de empleo o contratos actuales.
Además de tus ingresos regulares, también pueden considerar otras fuentes de dinero como alquileres, inversiones, dividendos o pensiones. En casos específicos, se pueden incluir beneficios gubernamentales u otras ayudas económicas estables.
Los activos también juegan un rol importante. Si tenés cuentas de ahorro, fondos de inversión o propiedades adicionales, podrías mostrar una mayor solidez financiera, lo cual aumenta tu posibilidad de ser aprobado.
Relación deuda-ingresos (DTI)
La relación deuda-ingresos o DTI (por sus siglas en inglés, Debt-to-Income) es el porcentaje de tus ingresos mensuales que se destina al pago de deudas. Este indicador ayuda a los prestamistas a entender cuánto de tu dinero ya está comprometido y si podrías afrontar una nueva obligación.
Idealmente, tu DTI debe ser inferior al 43%. Algunos prestamistas permiten hasta un 50% en ciertos casos, pero mientras más bajo sea el porcentaje, mejor. Un DTI saludable refleja estabilidad financiera y capacidad de pago.
Además del DTI general, los prestamistas también evalúan el porcentaje de tus ingresos que se destinaría exclusivamente al gasto habitacional (hipoteca, impuestos y seguros). Esta proporción no debe superar el 28% de tus ingresos mensuales brutos.
Depósito inicial (pago inicial)
El monto que podés aportar como pago inicial también influye en la decisión del prestamista. Este pago muestra tu compromiso financiero y reduce el monto que se necesita financiar, lo que representa menor riesgo para la entidad.
Las hipotecas convencionales requieren un mínimo del 3% como depósito, aunque para evitar el seguro hipotecario privado (PMI), se recomienda aportar al menos el 20%. Otras opciones son:
- Préstamos FHA: requieren un mínimo del 3.5%.
- Préstamos USDA y VA: pueden no requerir depósito inicial.
Cuanto mayor sea tu aporte, más atractiva será tu solicitud. Además, un depósito mayor reduce la relación préstamo-valor (LTV), un índice que mide el riesgo del prestamista en función del valor de la propiedad.
Historial de empleo
Los prestamistas también valoran la estabilidad laboral. Tener al menos dos años continuos de empleo en el mismo campo o puesto indica confiabilidad. Cambios recientes de trabajo no necesariamente afectan tu elegibilidad, pero deben estar justificados y reflejar continuidad en los ingresos.
Para quienes trabajan por cuenta propia, se requieren documentos adicionales como declaraciones juradas, balances, libros contables o cartas de clientes que demuestren ingresos regulares.
Tipo y condición de la propiedad
El inmueble que querés adquirir también es evaluado. Debe cumplir con ciertos estándares de seguridad y valor. Si estás comprando una propiedad en mal estado o muy por encima del valor de mercado, el prestamista podría rechazar el préstamo o exigir reparaciones antes de aprobarlo.
En algunos casos, si la propiedad está en una zona considerada de riesgo (por ejemplo, inundaciones), podrías necesitar un seguro adicional, lo que aumentará tus gastos mensuales y puede afectar tu capacidad de calificación.
Documentación adicional
Durante el proceso de solicitud, es probable que te pidan otros documentos como:
- Identificación oficial (DNI, pasaporte, etc.).
- Estado de cuenta bancaria de los últimos 2 o 3 meses.
- Informe de crédito oficial (aunque algunos prestamistas lo consultan directamente).
- Información sobre otras deudas vigentes (tarjetas, préstamos, etc.).
Es importante responder rápido a estas solicitudes para evitar demoras en la aprobación del crédito. Tener toda la documentación preparada de antemano puede agilizar mucho el proceso.
Conclusión
Conocer qué buscan los prestamistas hipotecarios te permite prepararte mejor antes de solicitar un crédito. Desde tu puntaje de crédito hasta tu nivel de ingresos y el tipo de propiedad que querés adquirir, cada detalle cuenta.
Invertí tiempo en revisar tu situación financiera, corregir errores en tu informe de crédito, ahorrar para un buen depósito y reunir toda la documentación necesaria. Cuanto más sólida sea tu presentación, mayores serán tus posibilidades de conseguir la hipoteca que necesitás en las mejores condiciones posibles.
Tomar una hipoteca es una gran responsabilidad, pero también puede ser el inicio de una etapa emocionante: tener tu propio hogar. Estar bien informado es el primer paso para lograrlo.
Si estás pensando en comprar una casa y vas a solicitar una hipoteca, es fundamental conocer qué buscan los prestamistas antes de aprobar un préstamo. Aunque los requisitos pueden variar dependiendo de la institución financiera y del tipo de préstamo, existen criterios generales que la mayoría evalúa cuidadosamente para determinar si sos un candidato confiable.
Los prestamistas hipotecarios tienen como objetivo minimizar su riesgo, asegurándose de que puedas pagar el préstamo sin dificultades. A continuación, te explicamos los factores clave que suelen analizar al considerar tu solicitud de hipoteca.
Buen crédito
Tu puntaje de crédito es uno de los primeros elementos que los prestamistas evalúan. Este número refleja tu historial financiero y tu comportamiento frente a las deudas. Un buen puntaje indica que sos responsable con tus pagos y que no representás un riesgo elevado.
Por lo general, se recomienda tener un puntaje de al menos 620 para calificar a una hipoteca convencional. Sin embargo, algunos programas respaldados por el gobierno permiten calificaciones más bajas. Por ejemplo:
- La FHA puede aceptar puntajes desde 580, e incluso menos si se cumple con ciertos requisitos.
- El USDA y el VA también tienen criterios flexibles, aunque cada caso es evaluado individualmente.
Tené en cuenta que cuanto mayor sea tu puntaje de crédito, mejores serán tus condiciones de préstamo. Es decir, podrías acceder a tasas de interés más bajas y mejores opciones de pago. Antes de aplicar, revisá tu informe de crédito y corregí posibles errores.
Ingresos verificables
Los prestamistas necesitan comprobar que contás con un ingreso estable y suficiente para cubrir los pagos mensuales de la hipoteca. Para ello, generalmente te pedirán:
- Recibos de sueldo de los últimos dos o tres meses.
- Declaraciones de impuestos del último año (o dos).
- Comprobantes de ingresos por trabajo independiente (formulario 1099 o equivalente).
- Certificaciones de empleo o contratos actuales.
Además de tus ingresos regulares, también pueden considerar otras fuentes de dinero como alquileres, inversiones, dividendos o pensiones. En casos específicos, se pueden incluir beneficios gubernamentales u otras ayudas económicas estables.
Los activos también juegan un rol importante. Si tenés cuentas de ahorro, fondos de inversión o propiedades adicionales, podrías mostrar una mayor solidez financiera, lo cual aumenta tu posibilidad de ser aprobado.
Relación deuda-ingresos (DTI)
La relación deuda-ingresos o DTI (por sus siglas en inglés, Debt-to-Income) es el porcentaje de tus ingresos mensuales que se destina al pago de deudas. Este indicador ayuda a los prestamistas a entender cuánto de tu dinero ya está comprometido y si podrías afrontar una nueva obligación.
Idealmente, tu DTI debe ser inferior al 43%. Algunos prestamistas permiten hasta un 50% en ciertos casos, pero mientras más bajo sea el porcentaje, mejor. Un DTI saludable refleja estabilidad financiera y capacidad de pago.
Además del DTI general, los prestamistas también evalúan el porcentaje de tus ingresos que se destinaría exclusivamente al gasto habitacional (hipoteca, impuestos y seguros). Esta proporción no debe superar el 28% de tus ingresos mensuales brutos.
Depósito inicial (pago inicial)
El monto que podés aportar como pago inicial también influye en la decisión del prestamista. Este pago muestra tu compromiso financiero y reduce el monto que se necesita financiar, lo que representa menor riesgo para la entidad.
Las hipotecas convencionales requieren un mínimo del 3% como depósito, aunque para evitar el seguro hipotecario privado (PMI), se recomienda aportar al menos el 20%. Otras opciones son:
- Préstamos FHA: requieren un mínimo del 3.5%.
- Préstamos USDA y VA: pueden no requerir depósito inicial.
Cuanto mayor sea tu aporte, más atractiva será tu solicitud. Además, un depósito mayor reduce la relación préstamo-valor (LTV), un índice que mide el riesgo del prestamista en función del valor de la propiedad.
Historial de empleo
Los prestamistas también valoran la estabilidad laboral. Tener al menos dos años continuos de empleo en el mismo campo o puesto indica confiabilidad. Cambios recientes de trabajo no necesariamente afectan tu elegibilidad, pero deben estar justificados y reflejar continuidad en los ingresos.
Para quienes trabajan por cuenta propia, se requieren documentos adicionales como declaraciones juradas, balances, libros contables o cartas de clientes que demuestren ingresos regulares.
Tipo y condición de la propiedad
El inmueble que querés adquirir también es evaluado. Debe cumplir con ciertos estándares de seguridad y valor. Si estás comprando una propiedad en mal estado o muy por encima del valor de mercado, el prestamista podría rechazar el préstamo o exigir reparaciones antes de aprobarlo.
En algunos casos, si la propiedad está en una zona considerada de riesgo (por ejemplo, inundaciones), podrías necesitar un seguro adicional, lo que aumentará tus gastos mensuales y puede afectar tu capacidad de calificación.
Documentación adicional
Durante el proceso de solicitud, es probable que te pidan otros documentos como:
- Identificación oficial (DNI, pasaporte, etc.).
- Estado de cuenta bancaria de los últimos 2 o 3 meses.
- Informe de crédito oficial (aunque algunos prestamistas lo consultan directamente).
- Información sobre otras deudas vigentes (tarjetas, préstamos, etc.).
Es importante responder rápido a estas solicitudes para evitar demoras en la aprobación del crédito. Tener toda la documentación preparada de antemano puede agilizar mucho el proceso.
Conclusión
Conocer qué buscan los prestamistas hipotecarios te permite prepararte mejor antes de solicitar un crédito. Desde tu puntaje de crédito hasta tu nivel de ingresos y el tipo de propiedad que querés adquirir, cada detalle cuenta.
Invertí tiempo en revisar tu situación financiera, corregir errores en tu informe de crédito, ahorrar para un buen depósito y reunir toda la documentación necesaria. Cuanto más sólida sea tu presentación, mayores serán tus posibilidades de conseguir la hipoteca que necesitás en las mejores condiciones posibles.
Tomar una hipoteca es una gran responsabilidad, pero también puede ser el inicio de una etapa emocionante: tener tu propio hogar. Estar bien informado es el primer paso para lograrlo.